Hoy estamos pagando más por la luz y el agua que ayer. Un 7% y un 5%, respectivamente, pues ya ha entrado en vigor la medida, aprobada el viernes por el Consejo de Ministros, que establece la subida de estos dos servicios. El ministro de Industria, José Manuel Soria, justificó este aumento por la necesidad de cubrir el desajuste entre costes e ingresos que se ha venido produciendo en 2011 y los meses transcurridos de este año, y explicó que los agentes del sector contribuirán a ese agujero con una reducción de 1.700 millones en sus retribuciones.
También subirá el butano. El precio máximo de la bombona aumentará un 2,9%. Será el primer incremento del año, ya que en enero el Gobierno decidió congelar el precio de este producto y mantenerlo en los 15,09 euros correspondientes a la revisión de octubre.
Aunque hace dos años una ley puso tope anual a los déficit, ese techo saltó por los aires en el pasado ejercicio. Ya asciende a 24.000 millones y, de no ponerle remedio, hubiera proseguido la escalada este año.
No solamente a los usuarios domésticos les cuestan más caros estos servicios. También las pequeñas y medianas empresas ya están pagandoun 4,1% más que ayer, la mediana industria, un 2,78%, y la grande, solo un 0,91%. Se espera que todos ellos contribuyan con 1.382 millones de euros a cubrir un agujero que Soria cuantificó en 3.147 millones.
Por su parte, los agentes del sector aportarán 1.700 millones adicionales, que se recortarán de su retribución. A las eléctricas les corresponden 1.300 millones de esa cifra. Por eso tendrán que renunciar a 688 millones en los pagos de la distribución, que ascienden a un importe de 5.500 millones anuales y van a sufrir un recorte del 10% (84 millones) en los importes que reciben a cambio de tener centrales de generación disponibles (algo indispensable como alternativa a las renovables, porque no siempre sopla el viento o llueve lo suficiente).
La transportista Red Eléctrica mantendrá la retribución, pero se retrasará la correspondiente a las inversiones de 2011, que asciende a 200 millones de euros, para su pago en 2013. Eso hizo que sus acciones, como las de Enagás, transportista del gas, lideraran los incrementos del Ibex-35, con alzas del 4,19% y del 3,96%, respectivamente.
El resto de los ahorros se conseguirán abonando 56 millones menos a las empresas que aceptan desconectarse de la red en las horas punta, y rebajando en 46 millones las subvenciones al carbón. En el sector del gas, donde ya se registra un déficit aún moderado de unos 300 millones, las tarifas subirán un 5% de media. Al tiempo se paraliza la construcción de nuevas infraestructuras y se suspenden las autorizaciones administrativas de gasoductos planificados.
El anuncio oficial de los incrementos desató airadas protestas de los consumidores y de las empresas eléctricas tradicionales. Asociaciones de usuarios denunciaron el "daño brutal" para las menguadas finanzas domésticas, y la organización que agrupa a las compañías (Unesa) advirtió de que el camino emprendido por el Gobierno permite que las empresas menos eficientes "sigan disfrutando de una rentabilidad privilegiada y de consumo obligatorio, mientras las más eficientes se ven obligadas a parar". "El ajuste del déficit de tarifa -se quejó Unesa- cae sólo en nuestras empresas y en los consumidores".
Noticia aparecida en el periódico El Correo en su edición digital el día 02/04/2012. Ver más sobre la noticia >>