Hoy se cumple un año desde que el Gobierno puso en marcha un nuevo sistema de tarifas de la luz consistente en la facturación por horas según el precio de la electricidad en el mercado en cada instante.
Después del cambio, anunciado como si llegara una nueva era al sector eléctrico, hay más sombras que luces. Así, el precio de la luz se mantiene aferrado en el entorno de los 12 céntimos por kilovatio para el consumidor tipo.
lnterpretaciones
A partir de ahí, habrá todo tipo de interpretaciones. "¿Tanto ruido para seguir igual?", dirán algunos. "Sí, pero con el sistema antiguo, los precios habrían subido", dirán otros. "Eso nunca se sabrá", contestarán los primeros. "Ni uno ni otro lleváis razón, porque en España, en realidad, no se sabe cuánto pagamos por la luz", rebatirá un tercero, escaldado por los desbarajustes del recibo en los últimos doce meses, en los que ha habido de todo: subidas, bajadas e incluso devoluciones de dinero por haberse cobrado de más. Todos llevan razón, pero ninguno la tiene al completo. Lo único cierto, a día de hoy, es lo que se está pagando por cada kilovatio. Ayer, según datos de Red Eléctrica, los consumidores asumían una media de 11 céntimos. En lo que va de año, sin embargo, ha estado en 12 céntimos. Y la media desde el 1 de abril de 2014, cuando empezó oficialmente el nuevo sistema, se ha situado en 11,9 céntimos.
